Se trata de un descenso muy sencillo, aunque poco a poco los caminos se van complicando un poco debido a que hay zonas que hay que bajar con cuerdas por haciendo rapel. Durante el trayecto hay diversos saltos, pero éstos no son obligados.
Os voy a contar mi experiencia de cómo
nos ha transcurrido el día:
Primero aparcamos el coche cercade un bar
que hay, ahí fue donde empezamos el descenso por el río. Se empieza por unos
charcos muy bonios y tranquilos con agua totalmente cristalina. A continuación,
llegamos a una zona estrecha,
algo
resbaladiza pero sencilla,
equipado habitualmente con una cuerda fija. Seguidamente, hay
unos pasillos de nado obligado.
Cuando el cauce empieza a
abrirse de nuevo, se llega a un resalte de 8-10 m (aprox) equipado con una
chapa para rapelar por el curso del agua, pero puede destreparse fácilmente
caminando hacia la de recha.
Tras esto el cauce se abre y hay 15-20 min. de marcha por el río.
Al poco tiempo se llega a
una poza con el salto más alto del descenso (5 m.), desde una gran roca situada
en medio del cauce. Por el curso del agua (a la izquierda de esta roca) en una
zona de musgos se puede hacer un tobogán. También se puede rodear este resalte
por la derecha del río.
A continuación hay un paso un poco resbaladizo
y unas pozas alargadas y pasillos para cruzar a nado, aquí con pequeñas
trepadas laterales podemos hacer más saltos a las pozas. Tras esta zona el
cauce vuelve a abrirse y en estiaje suele filtrarse el agua. Habitualmente en
este punto se emprende el retorno, bien buscando la senda entre el pinar antes
de la gran roca o bien desandando camino por el cauce del barranco.
En epoca de lluvias
puede ser interesante progresar un poco más hasta llegar a una zona de caos en
que el agua forma bonitas cascadas entre las roca, como podéis ver en la imagen.
Os animo a que os aventuréis en esta bonita excursión ¡Ánimo!
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Álvaro Sabater Ramírez
Álvaro Sabater Ramírez
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